Quito se prepara para vivir otro capítulo triste: la victoria del populismo.

LA DISPERSIÓN DE CANDIDATOS:            UNA GRAN IRRESPONSABILIDAD

Cuando uno mira las elecciones en la capital, puede ver  “tres Quitos”: el Quito correista, que tiene alrededor del 20% de apoyo, el Quito indígena/PK, que apoyó los paros 2019 y 2022, que igualmente tiene cómo 20%, ahora fortalecido con el liderazgo de Iza.

Del otro lado esta el Quito blanco mestizo, el Quito más o menos democrático, con varios candidatos: Páez, Coloma, Freile, Alarcón, Jaramillo, Ponce, Cevallos que, según las encuestas, tienen porcentajes entre el  10 y el 1% cada uno. Si se habrían unido tres de ellos, tenían la victoria asegurada.

Vuelve a pasar lo mismo de la elección anterior. La incapacidad de hacer acuerdos, a sabiendas de que si van por separado NINGUNO TIENE POSIBILIDADES DE GANAR, es un acto de irresponsabilidad muy grave;  muestra que no les mueve la ciudad, la gente.

Es claro que carecen de sensibilidad social, que no son capaces de renunciar a sus egos y a sus intereses para darle una salida a una ciudad que perdió el norte, que vive la crisis más profunda de los últimos 60 años.

Cuando uno les pregunta porque no se logró el acuerdo, la respuesta es culpar al otro.

Hay allí candidatos(a), que han estado en el municipio por años, que vienen haciendo  campaña por 9 o diez meses y no les conoce la mitad de la gente de Quito. Hay otros que tienen cero rodaje en administración pública. Claramente, unos y otros han hecho una pésima campaña.

No se ocuparon de responder  una simple pregunta que debe ser el punto de partida de una estrategia de comunicación:

Quiénes son mis posibles votantes?  Mis públicos?                                 Si soy un candidato de clase media, mis votos están en los profesionales, informados, mediana edad, jóvenes, etc.                       No gano nada visitando mercados, bailando en barrios urbano marginales, peleando el voto a Yunda y al correismo, es decir, buscando un voto casi imposible.

La segunda pregunta que me debo hacer es:

Que preocupaciones tienen esos votantes? Cuál es el mensaje para lograr adhesión, seducirles, ganar su apoyo?                                        Para eso hay que hacer escucha en redes, hacer data mining; mirar, segmentar, definir los clusters , las tribus  donde se agrupan los distintos segmentos: ambientalistas, animalistas, feministas, etc.

Solo entonces podemos desarrollar mensajes para cada grupo y llegar específicamente a cada uno. .

Pero todo esto en Quito parece metafísica. Me he pasado años diciendo lo mismo, tratando de encontrar una mínima coherencia, sensibilidad, un candidato o proyecto capaz de pensar, de tener una mirada estratégica, pero no he tenido éxito.

Sus estrategas y gurús, algunos internacionales con credenciales importantes, les recomiendan superficialidades; entonces salen a mostrar que saben de todo, a lanzar su propuesta única y salvadora;  a proponer cosas inviables cómo el Plan Bukele,  en un municipio que no tiene competencia en seguridad. También disfrutan de hacer el ridículo en TikTok, subestimando a los muchachos jóvenes que no son estúpidos.

Por eso hoy, a cuatro días de la elección, la indecisión anda entre el 40 y 50%.

La consecuencia de esta tamaña irresponsabilidad es que probablemente vamos a vivir otro capítulo triste en la historia de la ciudad.

 Cuando pierdan, saldrán a culpar al otro. Ninguno tuvo nada que ver. Aunque saque uno o dos puntos, eso habrá pasado por el boicot del otro, la campaña sucia, etc.

Mientras tanto, viajo mañana a Medellín como conferencista invitado para dar la charla inaugural en el foro COLOMBIA LIBRE, el sábado 4 de Febrero.

Dos tareas para el Foro:  un mensaje claro el gobierno del presidente Petro, de que  hay un grupo gigante de colombianos que van a defender la democracia con sangre, sudor y lágrimas y la segunda,  iniciar la construcción de un espacio de pensamiento y acción política para renovar y fortalecer la democracia en el continente.

Porque la solución esta en el futuro. En una renovación profunda de la política, en mejorar la calidad de gente, en la construcción de verdaderos proyectos políticos y de ese modo dejar atrás las empresas electorales, los partidos slogan. 

Por mi ciudad y por el futuro, ojalá me equivoque.
Leonardo Laso V.

Febrero 1 – 2023.

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